RAÚL ALBERTO DE RAMÓN GARCÍA DEL POSTIGO.-
Nació el 12 de mayo de 1929, cursó sus años escolares en The Grange School de Santiago, ingresó después a la Universidad Católica de Chile, donde obtuvo el título de Arquitecto. Se casó con María Eugenia Silva Fuentes y fue padre de dos hijos, Carlos Alberto (abogado), y Raúl Eduardo (médico neurocirujano).
Atraído profundamente por todo aquello que significara un contacto o evocación de los que son nuestras raíces, concentró toda su capacidad creativa en la investigación y producción folclórica chilena, logrando una fructífera labor en el campo de la música, la poesía, la literatura y la arquitectura tradicional.
La obra de Raúl de Ramón ha sido principalmente difundida a través de su contribución en el campo de la música folclórica chilena. Autor de más de un centenar de canciones en música y letra, sus composiciones abarcan la totalidad de las regiones de Chile, en lo que a ritmos se refiere, respetando las estructuras métricas y armónicas que las caracterizan básicamente. A modo de ejemplo pueden citarse: Norte: Rosa Colorada, La Mula Rosilla, Ponchito Morado; Centro: El Amor del Arriero, Camino de Soledad, Nostalgia Colchagüina; Sur:La Barca de Madera, Si me dices que me quieres, La Libélula; Chiloé: El Curanto, El Camarón, El Zorro Chilote.
Es importante destacar el profundo contenido que se encuentra en las letras de todas las composiciones de Raúl de Ramón.
Son el resultado de una excepcional capacidad de observación, asimilación y síntesis del paisaje, costumbres, personajes y experiencias, con lo cual, cada canción, a través de su letra, se transforma en una vivencia profunda, en un mensaje poético.
Una gran cantidad de estas composiciones muestra imágenes y personajes que parecieran ser repetidos u omnipresentes, pero, según lo expresa Raúl de Ramón: "SON EL ENCUENTRO EN MIS CAMINOS INTERIORES, GENERALMENTE SIMBOLIZADOS POR LOS SOLITARIOS, LOS ARRIEROS Y LA NOCHE: LA VIDA CONCEBIDA COMO UN CIRCULO SIN FIN; LA LUNA Y LAS ESTRELLAS COMO LOS IDEALES GUIAS; EL FRIÓ, LOS VIENTOS, LA TEMPESTAD, LOS ESPINALES, COMO LA ADVERSIDAD; EL ETERNO CAMINAR, COMO LA NECESIDAD DE INTROSPECCIÓN Y LOS CERCOS Y TRANQUERAS, LOS OBSTÁCULO QUE UNO MISMO SE CREA". (Arreo en el Viento, pág. XII).
Por otra parte, la diversidad de temas muestra, sin duda, la personalidad multifacética que lo caracterizó como un ser de extraordinaria sensibilidad frente al estudio y desarrollo de sus composiciones, las cuales asumen formas románticas, heroicas, humanistas, descriptivas e incluso jocosas.
En el ámbito literario propiamente tal, el legado intelectual no es menos importante que el anterior, habiendo publicado oficialmente dos libros y dejando un tercero impreso.
El primero de ellos, EL CABALLERO Y SUS DRAGONES, fue publicado oficialmente en Septiembre de 1981. Es una novela costumbrista, inmersa en nuestra más pura tradición huasa y campesina, descriptiva a veces de lo que ha sido la historia patria, así también como autobiográfica, que en agradables formas literarias y con la característica que definen su pluma, transmiten situaciones, personajes, imágenes y todo lo que formo parte de su entorno. El titulo del libro pretende enfatizar el que "UN CABALLERO TIENE SIEMPRE QUE HUMILLAR DRAGONES", esto es, afrontar día a día el desafío de la vida, lleno de obstáculos y sorpresas, con entereza, sin perder jamas el norte que marcaron sus antepasados, de tal forma que siempre satisfagan los objetivos planeados.
El segundo libro, RAÍCES EN LA BRUMA, es un poema épico, que invita al lector al encuentro con sus antepasados, pilares de la realidad cultural de un pueblo, refrescándoles, mediante una hermosa y elaborada poesía, su presencia en el tiempo y de esta forma llamarlos a impedir que sean sepultados definitivamente por las nuevas generaciones.
El titulo del libro es por demás explícito con su respecto a su contenido, constituyendo una muestra mas de la capacidad de síntesis y plástica, por medio de la palabra, del autor.